Lic.
Cristina Astudillo
Es casada y espera un
segundo niño. Estudió Piscología Clínica en la Universidad Católica de Cuenca.
Es un trabajo interesante, manifiesta. Cada uno es un mundo diferente, con
historias reales y a veces duras. Sólo un 30% presta interés a los problemas de
sus hijos, antes están sus intereses personales y económicos. Existe
negligencia. Se trabaja para concienciar en la discapacidad de los niños, para
resolver los problemas de la vida, igual con los hermanos y más familiares de
los alumnos que están en la Unidad, pero no comprenden el porqué de la
discapacidad. Sin embargo, así como existen madres agresivas, también vemos
madres cariñosas y padres que se esfuerzan para ofrecer medicamentos que al
menos sirven para “mantener” el estado de los niños especiales. Hay que tomar
en cuenta que si faltan los medicamentos se produce un declive del
“mantenimiento”
Con el ataque de epilepsia,
por ejemplo, mueren las neuronas y se llega a una crisis que complica el estado
del paciente. Si el mal es genético no existen alternativas. De allí se
producen conductas graves como las que se dan en centros de adictos con asesinato
a sangre fría, o en el acoso sexual y abuso a menores. El alcoholismo se
produce sobre todo por las actitudes de los progenitores.
Como mensaje, dice Cristina:
“A pesar de las adversidades no debemos dejarnos vencer, debemos continuar
porque la vida ofrece buenos caminos para la familia y los seres queridos. No
debemos retroceder”.
César Pinos Espinoza
Periodista.
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