miércoles, 27 de abril de 2016

Lo que se ve dentro y desde la torre de la iglesia de Zaruma


Para nosotros un éxito periodístico. No es fácil lograr este objetivo si no se cuenta con la caballerosidad de alguien como don Ramiro Rodríguez, hijo dilecto y distinguido de Zaruma, quien espontáneamente nos ofreció esta oportunidad. Por intermedio de él conocimos muchas cosas que ignorábamos, a pesar de que hemos estado muchas veces en la hermosa ciudad.
 
 
Así, nos enteramos del mecanismo del reloj, su historia iniciada en la empresa alemana Hansa, los daños sufridos con el paso del tiempo, la identidad con los habitantes de la ciudad y sector, la construcción de la iglesia y de su torre, en fin.
 
 
El tema encanta y las campanas con sus diversos tonos y códigos dicen siempre algo: falleció un hombre o una mujer, es llamado a misa, invitación a fiesta, sonidos de alegría, de tristeza, muchas cosas.
 
La vista es incomparable, hermosa, emocionante.
El rosetón es una ventana a la historia y leyenda.


Las campanas tienen historia y la madera algo increíble. Cómo lo hicieron hombres y mujeres venidos de muy lejos?
 
 
   De la vista, ni hablar. Estas tomas nuestras lo dicen todo.
 
 
  Todo el pueblo a nuestra mirada. Un mundo diferente.
 
 
El hermoso retablo visto muy de cerca y desde un ángulo incomparable.
 
 
Y el reloj, por supuesto, sigue marcando las horas a un pueblo querido.
 
César Pinos Espinoza
Periodista freelance.